lunes, 26 de marzo de 2012

Que me despidieran de mi trabajo me ha dado el don de saber apreciar cada segundo de mi tiempo libre. Antes no lo apreciaba tanto: era normal tener tardes muertas que dedicaba a cosas insulsas e inútiles.
Ahora no, ahora aprecio el poder ir a dar un paseo al atardecer por el casco antiguo de mi ciudad; vale que antes ya lo hacía y me encantaba, pero ahora me relaja el doble. Poder estar una hora mirando el Duero cruzar los ojos del puente de piedra, con su ritmo sereno y constante, ver como se esconde el sol y a los naranjas, le siguen los azules y las sombras y todas esas luces que hacen de las vistas de mi mirador favorito, una auténtica delicia.
Ahora también le doy verdadera importancia a tener un rato libre para leer, para estar con mis amigos, para ponerme al día de mis adoradas series...
En definitiva, el no tener vida de lunes a viernes durante nueve meses.. cambia tu forma de ver las cosas, y otra cosa tengo clara: mi rincón del mirador va a estar ocupado mucho más a menudo que hace nueve meses.

Perdonad esta entrada tan.. sosa, pero doña inspiración lleva un tiempo sin llamar a mi puerta, espero que vuelva y poderos poner algo que al menos yo considere decente.. :p

un saludo y no lo olvideis: sois polvo de estrellas!

2 comentarios:

  1. Relájate y duerme, verás cómo mañana, si no tu paseo marítimo, al menos verás un paisaje más bonito que el de esta noche.

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  2. Parece que te has quedado embarazado con lo de los 9 meses.

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